La Historia de Refrán Cruzado y el Lobo
(La escena comienza en un camino polvoriento, al atardecer. Un joven granjero se acerca a un viajero que descansa bajo un roble. Es REFRÁN CRUZADO.)
NARRADOR:
En las Tierras Salvajes, cuando la lógica falla y la fuerza no es suficiente, los desesperados buscan a un hombre. No a un rey ni a un guerrero, sino a un filósofo del camino, un hombre conocido solo como Refrán Cruzado.
(El joven granjero se detiene ante él, con el sombrero en la mano.)
GRANJERO:
"Maestro Refrán, necesito su consejo. Hay un lobo que ataca mi rebaño cada noche. He puesto trampas, he montado guardia, pero siempre es más astuto que yo. No sé qué hacer."
NARRADOR:
Refrán Cruzado no mira al lobo en la distancia, ni a las trampas en el campo. Mira al joven granjero, a su corazón lleno de frustración. Y con una calma que parece venir del propio atardecer, sonríe.
REFRÁN CRUZADO:
"Hijo mío, es muy simple. Perro que ladra... a su amo se parece."
(Refrán Cruzado se pone de pie, se apoya en su bastón y, sin decir una palabra más, continúa su camino, desapareciendo en el crepúsculo. El granjero se queda solo, más confundido que antes.)
NARRADOR:
Pero esa noche, el granjero no vigila el bosque. Vigila su propia granja. Y se da cuenta de algo que nunca había notado: su propio perro pastor, que debería ser el guardián más ruidoso de todos, permanece en un silencio absoluto cuando el lobo se acerca.
Siguiendo el hilo de la extraña sabiduría, el granjero no sigue al lobo. Sigue a su perro. Y este lo lleva, no a una guarida, sino hasta la valla que lo separa de la granja de su vecino, un hombre envidioso. Allí, escondido en las sombras, ve al vecino acercarse a su propio perro pastor, que ha permanecido en silencio toda la noche, y recompensarlo con un trozo de carne. Es